En la actualidad, los localizadores vehiculares son tan comunes que ya hemos olvidado los tiempos —en realidad bastante recientes— en los que era prácticamente imposible rastrear un vehículo o una persona, o bien teníamos que utilizar otros mecanismos para ello. A día de hoy, lo extraño es que un coche no lleve un sistema GPS incluido o que no podamos saber en qué lugar exacto se encuentran nuestros hijos gracias a la tecnología. Pero, ¿cómo funcionan este tipo de dispositivos?
Un GPS (Global Positioning Systems o Sistema de Posicionamiento Global) es un dispositivo que recibe señales electromagnéticas de un conjunto de satélites que orbitan alrededor de la Tierra. Dichos satélites están controlados por el Departamento de Defensa estadounidense, y aunque el GPS es el sistema de localización más extendido a nivel global, conviene saber que existen otros: China cuenta con el COMPASS, Rusia con el GLONASS y la Unión Europea con el sistema GALILEO, que, aunque ofrece una precisión mucho mayor, todavía no ha sido implementado de forma masiva para usos comerciales.
La calidad de un localizador vehicular (o de un rastreador) viene determinada por la sensibilidad de cada dispositivo en cuestión. Así, a mayor sensibilidad en cuanto a la captación de las ondas emitidas por los satélites, mayor calidad del dispositivo. Dado que las señales irradiadas por los satélites deben superar gran cantidad de obstáculos (basura espacial, otros satélites, la atmósfera, etc.), no es extraño que, como todos hemos podido comprobar en más de una ocasión, el sistema GPS falle de vez en cuando. Además, a estas barreras físicas de altura hemos de sumar las que nosotros mismos interponemos entre nuestro dispositivo y los satélites (túneles, parkings, sótanos, etc.).
Otro detalle a tener en cuenta es que los localizadores no devuelven señal alguna a los satélites, sino que nos mantienen informados de la posición en la que están ubicados a través de las ondas que envían a los centros de datos mediante los emisores GPRS que lleva incorporado cada dispositivo. Al igual que la intensidad con la que llega la señal del satélite al GPS, la intensidad con la que este se comunica con el centro de datos dependerá de la calidad/sensibilidad de cada dispositivo.
Razones por las que contar con un buen sistema localizador
A continuación, enumeraremos algunos de los principales beneficios que implica la instalación de un sistema rastreador en cualquier tipo de vehículo:
Incrementar la seguridad de tu vehículo: Ya se trate de un automóvil, de una motocicleta o de un camión, incluir un sistema GPS en tu vehículo añadirá un plus de seguridad de valor incalculable. Los robos de vehículos han descendido de manera notable en los últimos años, sobre todo debido a las mejoras en la materia con las que los propios fabricantes dotan a sus productos. No obstante, siempre habrá algún inconsciente que no tenga en cuenta estas consideraciones. Por ello, qué mejor manera de asegurar la integridad de nuestro automóvil que colocar un dispositivo que nos permita saber su ubicación exacta en cualquier momento, sea quien sea quien lo conduzca.
Mantenernos informados: Esta ventaja sigue la línea de la mencionada en el párrafo anterior, solo que en este caso no hacemos alusión a un peligro como el que implica el hurto. Si decidimos prestar nuestro vehículo a un familiar o a un amigo y queremos cerciorarnos de dónde se encuentra en un momento concreto (o saber por qué lugares ha pasado con anterioridad), no tendremos más que observar en una pantalla la ubicación y/o el recorrido de nuestro automóvil. En el caso mencionado antes, esta información sería compartida con las autoridades competentes de manera instantánea, de cara a que la localización y recuperación de nuestro vehículo tenga lugar con la máxima diligencia posible.
Ahorro de tiempo y dinero: En este caso hacemos alusión al uso comercial que pueda dársele a un localizador o rastreador GPS. Pongamos por ejemplo que somos propietarios de una empresa de distribución y logística con una pequeña flota de camiones a nuestro servicio. Gracias a los dispositivos GPS instalados en cada uno de los vehículos, seremos capaces de seguir la trayectoria de los mismos, información que posteriormente nos servirá para trazar rutas más eficaces. De este modo, estaremos ahorrando tiempo, gasolina y, consecuentemente, dinero.