Que pasa cuando hay una falsa alarma

Hay muchas ocasiones en que las alarmas que se registran en las centrales de seguridad resultan ser falsas. También ocurre en los sistemas de alarmas para negocios. Normalmente, estas situaciones obedecen al mal uso que hace de los sistemas y la consecuencia más directa es que, en conjunto, vulneran la efectividad de los sistemas de seguridad. En la mayoría de los casos, las falsas alarmas las provocan los mismos usurarios, al no hacer un buen uso de ellas.

El índice de falsas alarmas llegó a ser tan preocupante que provocó hace unos años un cambio en la legislación. En 2008, el 90% de las 377.457 de las alarmas registradas resultaron ser falsas. Esto provocó un cambio en la Ley de Seguridad Privada que comenzó a aplicarse en 2012 y ayudó a reducir drásticamente ese porcentaje. Pero, el cambio en la normativa tuvo algunos efectos no deseados, al cercenar, en cierta manera, la capacidad de respuesta ante alarmas reales.

¿Qué hicieron entonces las empresas de seguridad?

Para paliar estos efectos, los responsables tomaron ciertas medidas para intentar detectar estos fallos. En general las falsas alarmas, ocurren porque los usuarios comenten los siguientes errores, tanto en los sistemas de alarmas para negocios como en los que se instalan en domicilios particulares:

Equivocarse en el código de seguridad: es uno de los fallos más habituales. El usuario no recuerda bien el código o introduce uno erróneo en el sistema. Las centrales de alarmas, en estos casos, suelen llamar directamente al propietario para confirmar la alerta, antes de avisar a la policía. Para evitarlo, es importante memorizar bien el código aunque nunca debe llevarse por escrito. Y, por supuesto, todas las personas que tienen acceso a la misma deben conocer perfectamente el código y los protocolos de actuación. Tanto los miembros de la familia como los empleados, en el caso de alarmas para negocios, deben actuar con calma y siguiendo los pasos establecidos. Movimientos sospechosos: dejarse abiertas las ventanas o mal cerrada una puerta puede provocar corrientes de aire que, aunque pequeñas, pueden mover cortinas u otros elementos que son detectados por los sensores de movimiento. Un despiste tan tonto puede poner en marcha todo un protocolo de seguridad o dar un susto innecesario a los propietarios de la casa o del establecimiento. Cuando instalas una alarma, debes tener en cuenta también estas cosas. Mascotas: En este punto también hay que hablar de las mascotas que andan sueltas por la casa o, incluso, en el interior de una empresa. Para estos casos, es recomendable complementar tu alarma con un sistema anti-mascotas. Son efectivos con animales de cualquier tamaño, grandes o pequeños, ya que su tecnología avanzada distingue de forma fiable entre cuerpos humanos y animales. Incluso hay sistemas en las alarmas de exteriores que detectan cuando se trata de animales de compañía, hojas de los árboles o pájaros. Están dotados con un triple sistema de microondas, infrarrojos e inteligencia artificial que lo hace posible. Comportamientos inesperados: por ejemplo, cuando el propietario recuerda que ha olvidado algo nada más salir y vuelve a entrar pensando que le da tiempo antes de que se active la alarma. En estos casos, se suele producir una falsa alarma a los 2 o 3 minutos de conectar el sistema de seguridad. Las centrales de alarmas están alertadas de este tipo de incidencias.

¿Cómo evitar las falsas alarmas?

La respuesta es, actuando con responsabilidad. Tú eres el máximo responsable de que tu alarma funcione correctamente, por lo que debes analizar bien tu propiedad antes de decidir qué tipo de sistema de seguridad debes instalar. Por ejemplo, no es lo mismo instalar alarmas para negocios en pequeñas oficinas o locales que en grandes empresas ubicadas en una o varias naves espaciosas. También debes mirar si te interesa cubrir los exteriores con este sistema y si está prevista la presencia de mascotas o de otros animales que, por cualquier motivo, puedan acceder al espacio protegido.

Por otro lado, hay que formar bien a todas las personas que van a tener acceso a la alarma. Recordar bien el código de seguridad es fundamental y conocer el protocolo, también. Esto ahorrará muchos dolores de cabeza tanto a los propietarios como a las centrales de seguridad y a la misma policía. Hacer un uso efectivo y eficiente de tu sistema de alarma te va a beneficiar a ti principalmente.

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